El sentimiento alcista en bolsa sufre un colapso histórico. Según la última encuesta de Bank of America (BofA) publicada el 18 de marzo de 2025, los gestores de fondos han reducido drásticamente su exposición a la renta variable, incrementando sus posiciones en efectivo y trasladando sus inversiones de Estados Unidos hacia Europa. Este cambio de estrategia refleja el temor a una posible estanflación y a las crecientes tensiones comerciales a nivel global. Para obtener más información sobre cómo invertir de forma informada en este contexto, visite Bolsillo Financiero.
Incremento de la aversión al riesgo entre los inversores
La encuesta de BofA, que recoge las opiniones de 171 gestores de fondos que administran un total de 426.000 millones de dólares, revela un aumento significativo en la aversión al riesgo entre los inversores. La asignación a efectivo en las carteras ha subido del 3,5% al 4,1%, marcando el mayor incremento desde marzo de 2020 y poniendo fin a la señal de venta en activos de riesgo que se había activado en diciembre.
Este movimiento hacia el efectivo indica una mayor cautela por parte de los gestores, quienes buscan refugio en activos más seguros ante la incertidumbre económica. Además, las expectativas de crecimiento global han registrado su segunda mayor caída histórica, descendiendo desde un -2% neto hasta un -44%.
Rotación de inversiones: de Estados Unidos a Europa
Uno de los cambios más destacados en marzo ha sido la rotación de inversiones desde Estados Unidos hacia Europa. La sobreponderación en renta variable de EE.UU. ha caído 40 puntos porcentuales en un solo mes, marcando la mayor reducción jamás registrada en la encuesta de BofA, que se remonta a 1999. Actualmente, los gestores están infraponderados en EE.UU. en un 23%, la menor asignación desde junio de 2023.
En contraste, la asignación a renta variable en la Eurozona ha alcanzado su nivel más alto desde julio de 2021, con un 39% de los gestores sobreponderando esta región. Este cambio refleja una creciente confianza en el mercado europeo y una percepción de que el «excepcionalismo» de EE.UU. ha llegado a su fin. De hecho, un 69% de los encuestados cree que la narrativa del dominio estadounidense ha alcanzado su punto máximo, lo que ha acelerado la rotación de capitales hacia otras regiones.
Factores que impulsan el cambio de sentimiento
El cambio en el sentimiento de los gestores está impulsado principalmente por el temor a una escalada de la guerra comercial, que ahora es percibida como el mayor riesgo para los mercados. Un 55% de los encuestados considera que una guerra comercial podría desencadenar una recesión global, el nivel más alto de miedo a la recesión desde la crisis del COVID-19 en 2020.
Además, la posibilidad de una inflación persistente que obligue a la Reserva Federal a mantener una política monetaria más restrictiva es otra preocupación significativa. Un 19% de los inversores teme que esta amenaza podría llevar a la Fed a retrasar o incluso revertir los recortes de tipos esperados para 2025.
A pesar de estas preocupaciones, la mayoría de los gestores sigue confiando en que la Reserva Federal recortará tipos en 2025. Un 68% de los encuestados espera entre 2 y 3 recortes este año, frente a solo un 11% que prevé un aterrizaje brusco de la economía.
Rotación sectorial: tecnología en declive, bancos en ascenso
A nivel sectorial, la encuesta refleja una fuerte rotación. Los inversores han reducido drásticamente su exposición a tecnología, con una infraponderación neta del 12%, la más baja desde enero de 2023. Esto indica una toma de beneficios tras el fuerte rendimiento del sector en los últimos años y refleja el temor a un ajuste en las valoraciones tecnológicas.
En cambio, los bancos han emergido con una sobreponderación neta del 31%, un incremento de 5 puntos porcentuales respecto al mes anterior. La asignación a sectores defensivos como consumo básico también ha aumentado, con la mayor sobreponderación en 18 meses.
Este cambio en la asignación sectorial sugiere que los inversores están buscando refugio en sectores considerados más seguros y menos volátiles, anticipando posibles turbulencias en el mercado.
En conclusión, la encuesta de BofA de marzo de 2025 destaca un cambio significativo en el sentimiento de los inversores, marcado por una mayor aversión al riesgo, una rotación de inversiones hacia Europa y una reorientación hacia sectores más defensivos. Estos movimientos reflejan las crecientes preocupaciones sobre la estabilidad económica global y la posibilidad de una recesión en el horizonte.